El día está calmo aunque arde la obra de muchos en laderas pedregosas
el día está calmo aunque muchos degustan sangre propia en disturbios y guerras
el día está calmo pero hay moribundos en los hospitales y cercanos que los sufren.
Sigue radiante el firmamento de este triángulo excepto allí donde es fuego cruel y relámpagos.
La vida continúa
donde unos perecen otros encuentran noticia
donde unos terminan otros tienen un recomienzo.
Entre tantas realidades, el día está calmo y el tiempo no contempla estos matices.