Poesía

Precepto

Con una rosa vieja quiero seducirte. Si en los órganos marchitos hallas cierta magia, podré esmorecerme sin pensar en las líneas de expresión. Si te resignas renunciando al rojo joven y te conformas con el amarillo melancolía entonces será mucho un atardecer en un pueblo pesquero. Si el olor a tierra te arrastra sin recordar la fragancia pétalos, entonces podremos besarnos al despertar no desprovistos del aliento náufrago. Si te parezco mejor en cada día acumulado, hacerme viejo será el mal social más bienvenido. Tú para mi serás un tulipán atrevido con canas pronunciadas en destellos. Mi estrella palpitante, jamás podría oscurecerse mi universo; y yo, yo ahorraría tu energía como isleño tacaño, así esos dedos guardarán el roce que me revive en estas mañanas de andares epidémicos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s